La mujer responsable del proceso de hominización. Por Francisca Martín-Cano Abreu
I. FAMILIAS MATRICÉNTRICAS
Basadas en investigaciones de la conducta de los primates se piensa que algo parecido debió ocurrir con nuestros remotos antepasados homínidos: el modo de vida sería similar al de los primates no humanos. Los primeros grupos humanos serían familias matricéntricas, grupos estables que se compondrían de madre y sus bebés, igual que las familias de los primates.
Biológicamente han sido siempre las primates hembras y las mujeres las que se han preocupado de cuidar y educar a sus crías e hijos. Las madres son las que les han procurado la mayor parte de los alimentos diarios y han creado fuertes vínculos de manera permanente. En los grupos prehistóricos humanos, la madre sería de mucha importancia, ya que tenía la capacidad de crear vida, de sustentar la vida, de perpetuar la especie humana.
II. EN LAS FAMILIAS EL MÁS IMPORTANTE PAPEL LO JUGARÍAN LAS MUJERES
En las primeras sociedades la mujer sería más importante que el varón. Y las jerarquías se establecerían entre las hembras emparentadas, al igual que ocurre entre las primates. Las hijas permanecerían en el grupo femenino y los hijos varones abandonarían el hogar estable femenino, y los adultos entrarían de manera transitoria.
La madre seria la jefe de las bandas y tribus que se desplazaban en la fase recolectora, depredadora-parasitaria de la Naturaleza; la cabeza de familia, tendría el papel principal. Era la que protegería a sus hijos cuando enfermaban; sería el centro. En el régimen social matriarcal predominaba la madre e importaban los lazos de sangre. Y en las familias el más importante papel lo jugarían las mujeres. Ellas tendrían el mayor status social, ostentarían el poder político, regirían la sociedad: serían reinas. "En las más antiguas culturas agrícolas, mandan sin ninguna traba las mujeres: la gran madre incluso tiene a sus servicio una corte de doncellas, hijas, nietas, parientes, etc." (Laviosa, 1959: 67).
El varón en los primeros grupos ocuparía una posición subsidiaria. Precisamente esta posición sería la que les llevó a rebelarse. "Sin duda, en las primeras edades de la historia humana el milagro y la fuerza mágica de la mujer fue una maravilla no menor que el universo mismo, y esto dio a la mujer un poder prodigioso, y una de las preocupaciones principales de la parte masculina de la población ha sido destruirlo, controlarlo y emplearlo para sus propios fines." (Campbell, 1991: 358).
III. LA MADRE ENSEÑABA EL CONOCIMIENTO
La madre, al igual que la hembra primate, sería la que enseñaba a sus descendientes: el conocimiento para la sobrevivencia; a recoger los alimentos adecuados, a cazar; la que les enseñaban los comportamientos y tradiciones sociales que ella inventaba. (Pervive el conocimiento de la madre que enseñaba a sus descendientes en el régimen matriarcal la idea de "Alma Mater" con que se denomina a la universidad).
IV. LA MUJER SERÍA LA RESPONSABLE DEL PROCESO DE HOMINIZACIÓN
Grupos en los que no tenía tanta importancia
como se le ha pretendido dar a la caza. Por lo que no estaría
tan asociado como se ha creído el proceso de
hominización al desarrollo de la caza y de los útiles
necesarios para ello. Y existen evidencias de que la carne no era tan
importante en la alimentación de los primitivos grupos
humanos, ya que: "... la alimentación cárnica no pudo
desempeñar un papel tan importante como a veces se pretende."
(Lichardus, 1987: 161). Y lo afirma tras estudiar los restos de
varias poblaciones neolíticas.
Existe evidencia de que las poblaciones arcaicas se
alimentaban de manera muy variada, pues: "...se ha demostrado que la
dentición de los homínidos ancestrales -como la
nuestra- es más apropiada para moler y no para punzar,
desgarrar o mascar carne." (Olivia Harris, 1979, 21).
Y apoya esta hipótesis los datos que nos brindan los estudios de las economías mixtas de las poblaciones actuales primitivas de cazadores-recolectores. Como los encontrados por Lee en los bosquimanos !Kung de Botswana del áspero desierto de Kalahari en Suráfrica, que se comparan con las de los cazadores-recolectores paleolíticas, para poder deducir lo que debió ser con anterioridad. "El trabajo de Richard Lee ... ha ayudado a destruir algunos estereotipos sobre los grupos de cazadores y recolectores..." (Nathan, 1987: 18). Y más adelante considera que: "... apoyan la teoría de que la carne y la caza no son tan importantes en el proceso de hominización." Ya que la carne sólo constituye una tercera parte de la dieta de los actuales cazadores. Y además, aduce: "...el sector femenino de la mano de obra era el único verdaderamente productor de calorías. Los hombre cazan y a veces vuelven con carne de animales grandes; éste es un alimento muy apreciado, pero de hecho no constituye más que una tercera parte del total del consumo de calorías." (Nathan, 1987: 43).
Aunque el androcentrismo (en palabras de Victoria Sau:
enfoque unilateral que toma al varón / hombre como medida de
todas las cosas) de algunos historiadores haya considerado la caza
tarea crucial para el desarrollo de los rasgos culturales humanos y
hayan extendido la creencia de que era ejecutada exclusivamente por
los varones, distorsionando la participación real femenina y
cooperativa ya que toda la banda cazaba y viajaba junta, como lo
creía Gordon Childe y otros posteriores eminentes
historiadores.
Y confirmada por diferentes manifestaciones
plásticas y míticas de muchos lugares distintos que
presentan a mujeres cazadoras. Entre ellas las pinturas rupestres de
estilo capsiense, halladas tanto al aire libre como en cuevas y
abrigos pocos profundos.
Como la pintura rupestre de una cazadora llamada
«Dama Blanca» de Damaraland, Rodesia del Sur, actual
Zimbabue Dibujo 1 del IV milenio adne.
Y la pintura rupestre de la «Dama Blanca» de
Bramberg / Brandberg en el Santuario de Maack, África del
Sudoeste, Namibia Dibujo 2 datado entre los años 1000 al 650
adne (en otras publicaciones aparece el cliché revelado en
dirección contraria).
En ambos casos la figura central es una cazadora de
gran fuerza dinámica vestida con leotardo blanco y portando
arco, flechas y una flor. En el primer caso aparece en una escena
rodeada de otros seres humanos y animales. En el segundo está
acompañada de un cortejo femenino adornadas con brazaletes,
tobilleras y tiras bordadas / decoradas que les aprietan las mamas a
modo de sujetador y llevan en las manos palos excavadores,
instrumentos de la mujer recolectora y un cortejo formado en total
por 28 personajes, incluyendo animales: antílopes y yegua (no
dibujados). Pinturas de cazadoras y recolectoras que reflejan a la
mujer en su arcaica existencia real.
Estas pinturas de cazadoras muestran que la caza en la
Prehistoria sería practicada por ambos sexos y no
habría jugado tan importante papel en el desarrollo humano,
sino que más bien sería el aprovisionamiento
proveniente de la recolección (tarea exclusivamente femenina)
lo que causaría el desarrollo de los rasgos culturales como
sugiere Sally Linton en referencia de (Olivia Harris, 1987: 22): "...
sugiere que la recolección, más que la caza, necesitaba
de la cooperación y comunicación que llevó al
desarrollo del lenguaje y de la inteligencia."
El lenguaje requiere una forma de cohesión
social y sería la mujer la que como jefa del grupo
matricéntrico, con su necesidad de comunicarse, con su
capacidad de crear vínculos con sus hijos, la que
posibilitaría el desarrollo del lenguaje.
Ella debido a que había de cargar con los hijos
y los había de alimentar, habría desarrollado un
lenguaje verbal que le dejara las manos libres, mientras que en la
caza se desarrollaría el lenguaje gestual para evitar con los
ruidos alertar a la presa (se sabe que los cazadores bosquimanos
sudafricanos hoy día tienen un lenguaje gestual mientras cazan
en grupos).
Ellas serían las depositarias de la cultura. Las creadoras de un código de comunicación verbal que implicaba la existencia de una serie de relaciones sociales. Así, que en el proceso de hominización, las mujeres tendrían un protagonismo principal. Por consiguiente, es lícito afirmar, que la mujer sería la responsable del proceso de hominización.
V. LA MUJER INVENTÓ LA AGRICULTURA
Tras la etapa de la economía recolectora y
depredadora se pasó a otra productiva con la agricultura y la
siembra de los terrenos de cultivo (Neolítico). La mujer
conocedora de los ciclos regulares de las estaciones y su efecto
sobre los vegetales fue la causante del descubrimiento y la
aparición de la agricultura. "Se admite por lo general que,
como derivación de su antigua función de recolectora de
alimentos vegetales, fue la mujer quién inventó y
desarrolló la agricultura"(Hawkes y Woolley, 1977:
227).
Invento femenino de la agricultura reconocido por
muchos historiadores: "el mérito del descubrimiento de la
agricultura recaería enteramente sobre las mujeres." (Eliade,
1990: 140). "Los antropólogos atribuyen, generalmente, el
cultivo de las raíces alimentarias a la mujer, que, de
recolectora pasó a ser cultivadora." (Girard, 1978: 730). "Los
mitos atribuyen el hallazgo del cultivo original de la yuca a una
mujer, sublimada a categoría divina." "... el matriarcado se
debe a la iniciación de la agricultura por parte de la
mujer... El huerto es propiedad de la mujer, ésta lo transmite
a sus hijos, y de ahí debió derivar el predominio
social femenino." palabras de W. Schmidt, según refiere
(Bagué Garriga, 1958: 50). "Sí, y ahora el poder pasa a
la mujer. Como su magia es la de dar a luz y alimentar, lo mismo que
hace la tierra, su magia da base a la magia de la tierra. En la
tradición primitiva, la mujer es la primera cultivadora."
(Campbell, 1991a: 151). "Sobre el origen del matriarcado en las
sociedades humanas se ha discutido y se discutirá mucho. Hay
quién ve en él el signo de la posesión de la
tierra por las mujeres, que inventaron la agricultura; otros piensan
que la idea que de la generación se hacían muchas
sociedades primitivas atribuye, en la fecundidad humana, un papel
despreciable al varón." (Fouquer, 1979: 22). "Cunow opina que
el matriarcado se desarrolla cuando se convierte en importante el
trabajo agrícola de la mujer, lo cual aumenta
considerablemente el valor de ésta." según los
enciclopedistas (Espasa, Tomo 33,1988: 1003).
Aquí fue la mujer quien se mostró
suprema: no sólo eran las portadoras de los niños sino
también las mayores productoras de alimentos. Al darse cuenta
de que era posible cultivar, así como recolectar vegetales,
habían hecho a la tierra valiosa y se convirtieron, por tanto,
en sus poseedoras. Así ganaron tanto poder económico y
social como prestigio, y se formó el complejo del matriarcado.
(Campbell, 1991: 364).
Se ilustran agricultoras inclinadas sembrando, en la
pintura rupestre del yacimiento del macizo Tassili-nAffer (masa de
piedra, meseta), Jabbaren, República Popular Árabe
Dibujo 3 de estilo llamado «Pastores de bovinos» de gran
dinamismo. Agricultoras con falda y con palos en las manos en la
pintura rupestre del Abrigo I de Dos Aguas, Valencia Dibujo 4.
"Llevan unas como estacas en las manos
y parecen inclinarse hacia la tierra como para sembrar..."
(Almagro, 1947: 368-369). Y
agricultoras africanas con grandes adiposidades en el Dibujo 5.
Llevan palos excavadores / bastones, instrumento de la mujer
recolectora de semillas y de la cultivadora.
VI. LA MUJER FABRICABA HERRAMIENTAS
La mujer sería la que, además de las
habilidades para la recolección y la crianza de los
bebés, habría desarrollado las necesarias para la
fabricación de herramientas, que habría inventado [al
igual que hacían las primates, como la chimpancé
filmada en la selva por Goodall (1996) fabricante de una herramienta
para usarla como caña para pescar termitas].
Sería la mujer la que llevaría a cabo
los trabajos manuales: labraría en hueso los adornos, agujas y
arpones de uso diario, tallaría los instrumentos en piedra,
madera o cuernos de animales empleados en las tareas
agrícolas: piedras para moler cereal, bastones, hachas y
arados para remover el suelo.
Respecto al arado, los mitos de diferentes regiones los consideran femenino y atribuidos a Diosas: "Invento femenino sublimada a categoría divina" en palabras de Girard. Y así, de la Diosa Ceres: "Esta Diosa enseñó su uso a Triptolemo, que a su vez lo extendió por toda Grecia." (Espasa, Tomo 5, 1988: 1162). Y de la Diosa Atenea / Minerva Agripha (de acer, acris = punzante): "inventora del arado." (Sáinz de Robles, 1959: 848).
Además, la mujer inventaría los hornos de piedra para cocer tortas de harina y para cocer los recipientes cerámicos necesarios para transportar líquidos. Hay evidencia mítica de ello, por ejemplo en Grecia, la Diosa da nombre al elemento para cocer alimentos y otros usos: la Diosa Fornax "Hornos" inventora del fornax "horno".
Asimismo la mujer inventaría las
técnicas para fabricar los cestos para la recolección
de los vegetales, etc. En palabras de Eisler "las tecnologías
básicas de la civilización". (Todos trabajos de mujeres
según algunos estudios de los huesos llevados a cabo por Theya
Molleson en algunas culturas neolíticas).
Una pintura rupestre andaluza de la Cueva del Tajo de
las Figuras, Casas Viejas, cerca de la Laguna de la Janda,
Cádiz muestra a un mujer sosteniendo un bastón Dibujo 6
[según un dibujo presentado por (Maringer, 1989: 223) y sacado
de la obra de Breuil]. Bastón considerado invento
femenino.
Basándose en el estudio de
cazadores-recolectores actuales y, sobre todo, en la
observación del comportamiento de los grandes primates, N.
Tanner propone el siguiente modelo: los primeros homínidos que
utilizaron regularmente útiles eran mujeres acompañadas
de sus hijos que, con ayuda de un bastón, desenterraban en la
sábana africana diversos tubérculos, capturaban
insectos y los transportaban en una especie de cestas de frutas o
huevos. Contrariamente a los chimpancés, estas mujeres no
debían consumir in situ los alimentos que recogían..."
... "La talla de bastones en punta y la confección de
recipientes requerían herramientas que ellas habrían,
poco a poco inventado y conservado. (Michèle Julien, 1986:
30).
VII. MUJER RECOLECTORA DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS
También es la mujer la recolectora de otros
productos alimenticios (es arqueológica esta
afirmación, ya que las más arcaicas manifestaciones
artísticas y simbólicas de recolectores son
femeninas).
Un ejemplo arqueológico es la pintura de
recolectora de la Cueva de La Araña, Bicorp, Valencia Dibujo
7.
También existen testimonios míticos de que la mujer fuese la más arcaica inventora de las transformaciones necesarias para obtener otros productos derivados, ya que fueron Deificadas, "autoría femenina sublimada a categoría Divina" y sus nombres dados a los productos elaborados, cuyo método de obtención descubrieron: como miel, aceite, vino, harina,..., productos alimenticios que además, eran usados en ritos sagrados.
P. ej. respecto el nombre de la miel en La Galia es
epónima de la Diosa Melona (Espasa, Tomo 34, 1988: 483), en
Grecia de la heroína / Diosa Melisa "Ninfa que
descubrió la miel y enseñó su uso a los
hombres." (Sáinz de Robles, 1944: 483). El nombre de la
princesa Eno / Oïno es igual a "Vino" en Delos, el de la Diosa
Acratos / Akratos es igual a "Vino Puro" en Atenas, el de la Ninfa /
Diosa Ambrosía es epónima de la bebida ambrosía,
la Diosa Kana-Kava-Hina da nombre a la bebida embriagadora kava en
Hawaii, la Diosa Sagón da nombre al jugo sagú / sago en
Nueva Guinea...
El nombre de la princesa de Delos Elaide / Elais /
Elas es igual a "Aceite", la Diosa Chicomecoatl, muy venerada en
culturas precolombianas "«debió ésta ser la
primera mujer «que comenzó a hacer pan y otros
«manjares y guisados»" según recoge la
afirmación de Sahagún (Robelo, 1982: 141).
Incluso hay heroínas / Diosas que dieron nombre
al instrumento necesario para la elaboración de un producto y
nombre conservado hasta hoy día en ciertas regiones. P. ej. la
Diosa Mola da nombre a las piedras molas usadas en molinos por
molineras para fabricar harina (de espigas de trigo u otro cereal) o
piedras para triturar olivas (y hacer aceite) otra de "las
tecnologías básicas de la civilización" en
palabras de Eisler. Y la Diosa Artemisa / Diana Epimulias es la
Protectora de las molineras, en cuyo honor cantaban himnos llamados
epimulias mientras molían el trigo para los pasteles ofrecidos
a la Diosa...
[Con la revolución patriarcal los mitos de la
literatura, a partir, aproximadamente del siglo VIII adne,
atribuyeron la invención de los diferentes productos a varones
o a Divinidades masculinas. P. ej. en el caso del vino la Biblia
atribuye el invento a Noé (Gén. 9, 20) siendo el nombre
de NOÉ una traslación de las letras de ENO "Vino",
nombre de la princesa a la que se le atribuye el invento del producto
epónimo].
VIII. MUJER INVENTARÍA EL CALENDARIO
Además, al necesitar las recolectoras y las agricultoras, conocer los alimentos característicos de cada época del año, así como el momento adecuado para sembrar y realizar las diferentes labores agrícolas, empezarían a fijarse en las estrellas que sobresalían en el cielo en diferentes épocas. Y así, descubrirían que la desaparición de ciertos grupos estelares por el cielo vespertino, eran coincidentes con la lluvia, o el tiempo adecuado para la siembra, o con la recolección...: inventaron el calendario.
Tal observación sería llevada en época arcaica por mujeres. Existe memoria histórica de ello en Mesopotamia, aún a principios de los tiempos históricos pues se sabe que eran las Sacerdotisas caldeas-sumerias, las interesadas en contemplar las estrellas, las cuales según Herodoto, pasaban la noche junto a una mesa de oro, mientras las contemplaban, en la cúspide del Templo / observatorio astronómico Khorsabad, situado encima de la última torre del zigurat:
Según Herodoto, en la cúspide del
zigurat se disponía un lecho para que el dios copulase con la
sacerdotisa. Para el historiador griego Diodoro Sículo, que
vivió en el siglo I a. J.C., en estos templos «los
caldeos hacían sus observaciones de las estrellas, cuyas
apariciones o desapariciones podían ser seguidas
cuidadosamente gracias a la altura de la construcción»
(Sureda, 1987: 304).
IX. LA MUJER INVENTARÍA EL SACERDOCIO
De sus conocimientos de la sucesión de las
constelaciones y de las estaciones derivaba su enorme poder, por lo
que eran consultadas para predecir el porvenir, aconsejar el tiempo
adecuado para sembrar, viajar, navegar o realizar otras empresas
importantes... inventaron el sacerdocio. (Durante muchos miles de
años lo ejercieron en exclusiva y profetizaban
basándose en la observación científica de los
fenómenos atmosféricos, que hacían su
aparición coincidentes con una precisa situación
estelar. Tras apropiarse los varones del ejercicio del sacerdocio
profetizaban supersticiosamente).
La mujer es la conocedora de los misterios de la
reproducción: animal, humana y vegetal (de ahí las
fiestas de "Misterios", celebradas en principio exclusivamente por
mujeres en todas las religiones agrarias Mistéricas),
consecuentemente el poder seguía estando en manos femeninas,
con una organización igualitaria con vínculos
horizontales.
La existencia de festividades exclusivamente femeninas
ha sido explicada de distintas maneras. Una hipótesis es que
los cultos femeninos eran supervivencias de un período
matriarcal cuando toda la religión estaba en manos de mujeres.
Otra explicación es que las mujeres en las sociedades
primitivas tenían a su cargo la horticultura y la
jardinería, y por tanto, estaban implicadas en los cultos a la
fertilidad. (Pomeroy, 1987: 96).
Y así, era la oficianta la que llevaba a cabo las ceremonias mágicas para solicitar favores a la Diosa, ayudada por músicas, cantantes y bailarinas (de las que existen múltiples obras de arte arcaicas que las reflejan, estando ausentes figuras paralelas masculinas).
Aporta Campbell la afirmación de
Macculloch "una de las principales autoridades en este campo", de los
celtas de Irlanda:
... el viejo culto de la Diosa del Fuego...
Brigit....debe haberse originado en un período en el que los
celtas adoraban más a diosas que a dioses, y cuando el
conocimiento -el arte de la curación, la agricultura, la
inspiración- estaba en manos de mujeres más que en las
de los hombres. Tenía un sacerdocio femenino y quizás
los hombres estuvieran excluidos de su culto, como sugiere la capilla
tabú en Kildare.» (Campbell, 1991: 488).
...desde el octavo milenio antes de nuestra era en
adelante, fue tomando forma un nuevo orden de existencia humana,
basado no en forrajear y cazar sino en plantar y recolectar cosechas,
con la buena Madre Tierra como principal aportador del sustento. Fue
en esos tiempos, entre esos pueblos, donde se desarrollaron los ritos
de fertilidad que han conformado los ritos básicos de todas
las civilizaciones basadas en la agricultura desde entonces: rituales
que tenían que ver con el arado y la siembra, la siega, el
aventado y los primeros frutos." (Campbell, 1994: 201).
ARTÍCULOS de MARTÍN-CANO
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1 - MARTIN-CANO, F.: (246) - (2012): Sexualidad femenina en diversas culturas. De ninfomanas a decentes. Tomo 1. Chiado Editorial, 296 pgs., ISBN: 9789896976200. Deposito Legal 342795/12. 1 edicion: mayo. https://www.chiadoeditorial.es/libreria/sexualidad-femenina-en-diversas-culturas-tomo-i
4 - MARTIN-CANO, F.: (333) - (2017): Sexualidad femenina en el tercer milenio. Letras de Autor Editorial, 273 pgs., ISBN: 978-84-17101-73-2. Primera edicion noviembre 2017. https://letrasylibros.es/estudios-y-otros/265-sexualidad-femenina-en-el-tercer-milenio-francisca-martin-cano.html